Mallorca, día 1.

Objetivo: descansar, desconectar y disfrutar de los pequeños placeres que nos da la vida.... rumbo Mallorca.

Con un sol espléndido y un mar de color azul intenso, así nos recibió la isla Balear el pasado viernes.

Una vez ubicados, fuera maletas, una ducha y.... Palma, allá vamos!. Creo que es un sentimiento general de los que vivimos en el interior, o al menos, de una inmensa mayoría, el mar nos produce calma, sosiego, paz, una sensación de grandiosidad y admiración absoluta.

No había estado antes en la isla, por lo que mi curiosidad e interés por verla hizo que no pudiera esperar y esa misma tarde iniciáramos una ruta por la ciudad de Palma. Cómoda, coqueta, con un clima excepcional, vamos que no me extraña que sea destino elegido por buena parte del selecto turismo alemán que buscan algo mas que sol, playa y cerveza!. Y eso, que de este tipo también los hay, .... y muchos!.

Barrio de Santa Catalina, Paseo Mallorca, Catedral con Laudrup incluido, fuimos adentrándonos y descubriendo sus calles, sus gentes, sus costumbres.

No hay paseo que se precie sin un buen repostaje.

Para cenar, algo típico mallorquin, butifarra, sobrasada, tumbet y archifamoso pan an oli.

Y hasta aquí puedo leer... damos por concluida nuestra primera toma de contacto con la isla. Hay que descansar mañana nos espera una buena jornada.... navegar por las aguas del Mediterraneo..... y alguna que otra ensaimada.

Mi look: Pantalon Zara; Camiseta Jota+Ge; cuñas Castañer.